De la noche a la mañana, los sex shops han encontrado un hueco en la sociedad actual. Hace más de 50 años la imagen de estos comercios se tornaba en un gris oscuro y para nada pasaban desapercibidos de los transeúntes. Miradas perjuiciosas abatían hasta el más mínimo detalle erótico. Hoy, esas tiendas han conseguido iluminar su imagen aliniandoses con las luchas feministas, nutriéndose de la esencia de empoderamiento tan característica de este activismo i de las nuevas tendencias del consumidor.
En el proceso en el que una figura nocturna se adapta a un mundo mucho más luminoso y colorido, el branding ha tenido mucho que ver. Han sido la herramienta perfecta para dar un lavado de cara al mundo del comercio minorista para adultos.
Internet: el pasadizo perfecto para derrotar a los juicios sociales
El anonimato que brinda Internet a sus usuarios es uno de los fuertes más grandes de muchas industrias. Permite cambiar el outfit de ocultación facial para pasar desapercibido por una ventana virtual que no deja rastro en el tiempo que está activa. Un desarrollo tecnológico que, según algunas empresarias de este mundo, encanta a la gente. Sea lo que fuere que consulten, no tendrán nadie juzgándolos ni sabrán que lo están haciendo.
Además, la experiencia mejora considerablemente. El diseño digital e interactivo permite que los usuarios a la par que compran, puedan consultar comentarios, valoraciones y detalles del producto. Todo desde la comodidad de sus casas y sin desvelar sus identidades. Por otro lado, figuras de renombre del sector se atreven a decir que los sex shops tradicionales siempre han sido lugares apagados que nadie consideraría relevantes en su vida. 17 años después, la directora de Lovehoney ha encontrado en el diseño gráfico un gran aliado. Las comunidades que, clandestinamente, rodeaban su tienda de productos eróticos han conseguido salir de la oscura realidad que las azotaba.
Sin perjuicios ni vergüenza, esta empresa fomenta charlas abiertas al descubrimiento de nuevos conocimientos, destruyendo los tabúes que dominaban al sexo y el placer. Lo hace abriendo sus puertas a un nuevo mundo en el que cualquier persona es bienvenida, indiferentemente de su edad o género. La identidad de marca de esta corporación alza la destrucción de la vergüenza a otros niveles. Propaga una esencia colorida y desvergonzada que, gracias al arte digital, puede comprenderse de mejor forma.
Algo más que nuevos paradigmas, un futuro centrado en la educación sexual
Si bien Internet ha sido un buen avance para muchos usuarios, otros muchos han descubierto lo mucho que disfrutan las conversaciones en tienda, llenas de educación y datos interesantes. Algunas expertas del comercio de productos eróticos han comentado las posibles pérdidas que puede provocar la digitalización en el mundo de los productos eróticos. Porque, aunque ha traído grandes beneficios, el calor y la presencia humana no pueden ser sustituidos por pixeles y ondas sonaras, ya que muchas personas no disfrutarían tanto de comprar un nuevo producto.
Para romper con los estereotipos que impregnaban a esta industria, Warby, una de las empresarias de productos eróticos, y su diseñador de interiores decidieron darle un toque diferente a su primera tienda física. El diseño y la buena fotografía transformaron las estancias del local dándole un toque más vivo y acogedor, a la par que hacían de la experiencia algo diferente. Por su parte, Litwack, otra importante empresaria, fue más allá e incluyó salones que culturizarán a las masas que visitarán su local. Con todo ello, el objetivo es educar a través de la compra de estos productos, para alejar el concepto de educación sexual de la pornografía, un espejo resquebrajado con falsas realidades.
Empoderar a partir del diseño gráfico, la fotografía y el interiorismo
Para personificar correctamente una marca, primero es necesario que existan unos valores. Esos valores serán la brújula a seguir de todos los profesionales que trabajen diseñando la identidad de marca. Ann Summers, junto a su diseñador Fitch, crearon el concepto de empoderamiento tanto para hombres como mujeres. Un entorno libre de estereotipos y falsos estigmas sociales, donde la mujer protagonizase su propia vida sexual, lejos de la sumisión patriarcal. El nuevo branding tanto de esta como de otras empresas que han resurgido de la industria erótica ha dejado atrás la producción digital machista. Los torsos femeninos desnudos han sido sustituidos por diseño gráfico mucho más envolventes e inclusivos.
La idea de empoderar a la mujer en los sex shops gira alrededor de generar productos con historia. Al ritmo de una pluma al serigrafiar un papel, la historia se sumerge en estos locales, haciendo que los grandes iconos femeninos protagonicen los nombres de los juguetes sexuales. Por su parte, el branding en general se representa con una estetica que empoderan a la mujer.
Reconocimiento empresarial a través de flujos de influencia, ¡y mucho más!
No basta solo con cambiar la apariencia de la industria erótica, hace falta iluminar su camino hasta llegar al destino final. Mujeres como Warby o Litwack sacaron líneas de productos para otras empresas de belleza y salud. De esta forma, la industria erótica irrumpía y se hacía con el control de las mentes de los consumidores. Porque, al fin y al cabo, una buena estrategia de marketing unida a buenos diseños de productos puede hacer mucho.
Paralelamente, marcas como las mencionadas también han abordado el mundo del activismo, apoyando causas como la prohibición de la mutilación genital o expandiendo los conocimientos de las ETS. Debido a su ámbito industrial, estas colaboraciones ahondan aún más en la importancia de destruir los tabúes y aliviar las dudas sexuales que la sociedad tiene diariamente.
Todo ello, hará que mujeres tan ingeniosas como las mencionadas, hagan de la industria del sexo algo mucho más innovador que lo que existía hasta el momento. La inclusión de género en este sector se verá reforzada y el diseño gráfico tendrá un gran papel para conseguirlo.
