Te contamos las ventajas y necesidades de uno de los formatos más usados en los últimos años
Los vídeos animados en 2D o 3D se han convertido en una de las opciones preferidas por muchas empresas y proyectos. Pese a tratarse de una producción que requiere de profesionales especializados para su generación, sigue siendo la opción favorita de muchas empresas. El principal motivo es, sin duda, el tono cercano y didáctico que ofrecen al proyecto.
¿Qué es un vídeo con animaciones y para qué sirve?
Son piezas audiovisuales formadas en su totalidad o parcialmente a partir de animación 2D, 3D o stop motion. Pueden contener música, efectos sonoros o voz en off. También los hay sin ningún tipo de sonido y sólo con texto sobreimpreso a modo de subtítulos, atendiendo a la creciente tendencia de consumir los vídeos desde dispositivos móviles y sin sonido.
La duración de los vídeos con animaciones es limitada: lo ideal sería situarnos entre los 30 segundos y los 2:30 minutos, siendo este un tiempo prudencial para mantener la atención del espectador, cada vez más acostumbrado a tener la información que desea en un tiempo récord.
Sus usos son variados, pero predomina la tendencia a usarlos para explicar conceptos complejos, tutoriales o la historia de los propios proyectos o empresas. El tono de los mismos suele ser muy didáctico y explicativo, por la capacidad de controlar absolutamente cada movimiento y apariencia de todos los elementos gráficos que aparecen en él, así como la correspondiente explicación que aparece en él.
Escalabilidad y accesibilidad: dos grandes ventajas
El hecho de poder subtitular o plantear las animaciones en distintos idiomas, aumenta increíblemente tanto la escalabilidad como la accesibilidad de tus vídeos. Sin duda, se trata de un formato muy simpático para comunicar a tus clientes distintos mensajes o productos.
Además, permitiría a las empresas prescindir de la figura de un ‘host’ o presentador que se convierta en la cara visible de nuestro proyecto, siendo este un proceso de selección complejo, al necesitar que cumpla con los requisitos comunicativos con los que queremos que se identifique nuestro proyecto, así como la necesidad de que esté disponible para aparecer en varias de nuestras comunicaciones corporativas.
La importancia del branding al plantear un vídeo animado
Pese a tener muchas ventajas, los vídeos animados tienen algo que hay que tener muy en cuenta: deben respirar nuestro branding. Tipografías, colores, imágenes, formas, sonidos y voces que aparezcan deben encajar en las líneas de nuestro proyecto. Pese a no salir nadie del equipo ni verse nuestras instalaciones, al final debemos tener muy en cuenta que es nuestra empresa la que está hablando a cualquier usuario que llegue a nuestro vídeo.
¿Dónde puedo publicar el vídeo animado?
Desde luego, a parte de nuestra propia página web, los vídeos animados tienen un recorrido más largo de lo que pensamos. Si tenemos en cuenta que YouTube es el segundo buscador de información por detrás de Google, si nuestro vídeo responde a una pregunta de interés para el público general o aporta información de valor sobre nuestra empresa, productos o servicios, sería bueno poder distribuirlo en esta plataforma.
También cabe apreciar lo que los vídeos pueden hacer por el SEO de nuestra empresa, pudiendo plantear alguna de estas piezas basadas en las animaciones e integrarla en nuestra estrategia de contenido y posicionamiento.
Desde Islote Studio podemos ayudarte a plantear los vídeos animados más apropiados para tu empresa, integrándose de forma global en tu estrategia comunicativa. Además, tendremos en cuenta el branding de tu proyecto, haciendo que respire la misma esencia cada pieza producida. ¡Si tienes dudas sobre si los vídeos animados son para ti, escríbenos y lo comentamos!
